El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha reunido con los CEOs de importantes empresas de inteligencia artificial, como Google y Microsoft, para abordar riesgos y medidas de seguridad en relación con esta tecnología que cada vez acapara más la atención a nivel mundial.

IA generativa: un fenómeno en ascenso

La inteligencia artificial generativa ha cobrado protagonismo en el último año, con aplicaciones como ChatGPT captando el interés del público. Esto ha desencadenado una carrera entre compañías para desarrollar productos similares que, según sus defensores, podrían transformar la forma de trabajar.

Preocupaciones sobre la IA y su impacto

Millones de usuarios han empezado a probar estas herramientas, que prometen diagnosticar enfermedades, escribir guiones cinematográficos, redactar informes legales y depurar software, entre otras funciones. Sin embargo, su creciente popularidad ha suscitado inquietudes sobre posibles violaciones de la privacidad, sesgos en la toma de decisiones laborales y propagación de estafas y campañas de desinformación.

La posición de Biden y la Casa Blanca

El propio presidente Biden ha utilizado ChatGPT, según un funcionario de la Casa Blanca. La reunión, que duró dos horas, contó con la presencia de Sundar Pichai (Google), Satya Nadella (Microsoft), Sam Altman (OpenAI) y Dario Amodei (Anthropic), así como la vicepresidenta Kamala Harris y otros miembros del gobierno.

Responsabilidad legal y nuevas regulaciones

Harris destacó que la tecnología tiene el potencial de mejorar nuestras vidas, pero también plantea preocupaciones en cuanto a seguridad, privacidad y derechos civiles. La vicepresidenta enfatizó la responsabilidad legal de los directores ejecutivos en garantizar la seguridad de sus productos de IA y manifestó que la administración está abierta a impulsar nuevas regulaciones y legislaciones al respecto.

Inversiones y colaboraciones en IA

Antes del encuentro, Sam Altman de OpenAI mencionó que la Casa Blanca quiere «acertar» en este tema. Además, se anunció una inversión de 140 millones de dólares por parte de la National Science Foundation para lanzar siete nuevos institutos de investigación en IA. Se espera que empresas líderes en IA, como Anthropic, Google, Hugging Face, NVIDIA, OpenAI y Stability AI, participen en una evaluación pública de sus sistemas.

Política y desinformación en la era de la IA

Tras el anuncio de la candidatura a la reelección de Biden, el Comité Nacional Republicano produjo un video que mostraba un futuro distópico durante un segundo mandato de Biden, creado íntegramente con imágenes generadas por IA. Se espera que este tipo de anuncios políticos se vuelvan más comunes a medida que la tecnología avance.

Cooperación internacional en regulación tecnológica

A diferencia de la postura más estricta adoptada por los gobiernos europeos en la regulación tecnológica y en la elaboración de normas sólidas sobre deepfakes y desinformación, las autoridades estadounidenses han sido más cautelosas. El funcionario de la Casa Blanca indicó que no ven esto como una carrera y añadió que la administración está trabajando en estrecha colaboración con el Consejo de Comercio y Tecnología EE. UU.-UE en esta materia.

Medidas adoptadas por la administración Biden

En febrero, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva para que las agencias federales eliminen los sesgos en el uso de la IA. Además, la administración ha lanzado un proyecto de Ley de Derechos de la IA y un marco de gestión de riesgos. La Comisión Federal de Comercio y la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia también anunciaron que utilizarán sus autoridades legales para combatir los daños relacionados con la IA.

El papel de las grandes tecnológicas

Las empresas tecnológicas han prometido en numerosas ocasiones luchar contra la propaganda en torno a las elecciones, las noticias falsas sobre las vacunas COVID-19, la pornografía y la explotación infantil, así como los mensajes de odio dirigidos a grupos étnicos. Sin embargo, estudios e informes de noticias demuestran que sus esfuerzos no han sido del todo exitosos hasta ahora.

¿Qué nos depara el futuro de la IA?

Con el crecimiento exponencial de la inteligencia artificial y su impacto en diversas áreas de nuestras vidas, ¿cómo garantizarán los gobiernos y las empresas la seguridad y privacidad de los usuarios? ¿Estarán dispuestos a asumir la responsabilidad legal de los posibles daños? Solo el tiempo dirá si las regulaciones y medidas adoptadas son suficientes para enfrentar los desafíos que plantea la IA en la sociedad actual.